Oda a las tierras de donde venimos,
que habitamos, transitamos.
Que enseñan, nutren y transforman
a uno como persona.

Cuatro piezas manipulables que intentan ser un recordatorio de que todxs somos semilla y como tal, necesitamos de la tierra para germinar y florecer.

La tierra representa aquello que nos hace fuertes, nuestra familia, amigos, hobbies, pareja, espacio personal, todo lo que es nuestro sostén.

Tras un proceso manual que incluye el lavado y filtrado de distintas tierras de Oaxaca, los combiné con arena marmaja de Veracruz y así creé una arcilla que representa las tierras que han marcado mi vida de alguna manera.

Con ella, envolví las semillas y e hice esferas hasta pulir la tierra bajo la técnica japonesa hikaru dorodango.

Al adquirir una semilla Dorodango, el usuario deberá deshacer esta esfera, entrar en contacto con la tierra y así, encontrar la semilla dentro de ella.